Pablo Heras-Casado: ‘Pretendo a cada momento ser mejor, y lo pretendo con pasión’

El arte de la fuga

Nos encontramos con Pablo Heras-Casado en la cantina del Teatro Real, antes de una de las representaciones de El Holandés errante de Wagner que el director andaluz ha dirigido estos días en el teatro madrileño. Granadino casi sin acento, de aspecto juvenil, gesto concentrado, es un hombre que no alza la voz en la conversación, tranquilo y reflexivo en sus respuestas, contundente en ocasiones.

Le preguntamos sobre varios temas: Wagner, Mendelssohn, su carrera discográfica, los conciertos solidarios con Ayuda en Acción… A todo contesta con tranquilidad y seriedad, buscando la expresión justa y la respuesta clara.

¿Es una casualidad que su primer Wagner sea en Madrid, un teatro donde los profesionales dicen trabajar muy a gusto?

Está todo calculado, nada es gratuito.

Me explico: hubo una época de mi carrera que tocaba hacer mucho y tomar las cosas como venían, pero para ciertas cosas, como abordar el repertorio wagneriano, por instinto no he tenido prisa, sentía que tenía que esperar el momento adecuado para enfrentarme a él.

Cuando llegó la ocasión, hablé con el Teatro Real para hacer este título. Tenía claro que era el momento y el lugar. Conozco el equipo, las capacidades técnicas y humanas del teatro y sé que es un sitio donde voy a trabajar a gusto. Aunque no hay que pensar que Madrid sea un lugar menos expuesto para debutar Wagner, más fácil que otras ciudades, es un teatro de primera fila internacional.

El Teatro Real logra cuidar y motivar a los equipos técnicos, a los artistas. Se dan facilidades para que todos den lo mejor de sí mismos y eso es muy importante. Es también lo que yo hago, mi parte de la tarea, intentar que el equipo funcione en conjunto, no se trata sencillamente dar instrucciones, o cumplir un horario.

Entrevista: El arte de la fuga