Nueva producción de ‘Carmen’ en el Festival d’Aix-en-Provence

Pablo Heras-Casado vuelve al Festival d’Aix-en-Provence este verano para dirigir ocho funciones de este ardiente clásico de Bizet, Carmen. La nueva escenografía del director Dmitri Tcherniakov, una co-producción con Les Théâtres de la Ville de Luxembourg, presenta un visión introspectiva y atrevida de esta ópera inmarcesible, con Stéphanie d’Oustrac en el papel titular, Michael Fabiano como Don José, Elsa Dreisig como Micaëla, Michael Todd Simpson cantando Escamillo y la Orchestre de Paris y el Chœur Aedes. Las funciones serán los días 4, 6, 8, 10, 13, 15, 17 y 20 de julio en el Grand Théâtre de Provence.

Las previas actuaciones de Carmen en la Metropolitan Opera con Heras-Casado a la batuta fueron alabadas por su “sensual y electrizante lectura de la partitura de Bizet… La orquesta del Met ofreció su sonido más suntuoso bajo su batuta” (New York Classical Review).

Sinopsis del Festival d’Aix-en-Provence: Libre nació y libre morirá. Esta fabricante de puros de día y contrabandista con aires de bruja de noche, se enamora a menudo; es tan capaz de convertir al sargento Don José en un desertor como de conquistar al toreador Escamillo. Es la aliada del amor, un pájaro rebelde y la niña gitana a la que se parece tanto. Su nombre: Carmen. Sobre estas dos sílabas Prosper Mérimée construyó una novela que Georges Bizet usó para crear un personaje que su ópera convertiría en un mito: el de una mujer libre que sigue sus sueños sin preocuparse de si es apropiado o de quién acabará condenado a morir de una puñalada a manos de un desertor cegado por la pasión. Pero los mitos están abiertos a una infinidad de interpretaciones. Aunque se ha convertido en la ópera más popular del mundo, Carmen, como cualquier otra obra maestra, todavía puede beneficiarse de un enfoque innovador. El punto de vista del visionario director de escena Dmitri Tcherniakov promete despertar emociones intensas ya que, como Mérimée, nos muestra Carmen a través de José. Y con el vórtice vertiginoso creado por esta dirección meticulosa, bajo la batuta de un Pablo Heras-Casado sin restricciones, el amor y la muerte bailan su danza eterna una vez más.